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Uno de los aspectos clave que las empresas deben asegurar es la gestión de almacén. Para que una empresa pueda funcionar correctamente, debe poder localizar los productos de manera rápida y eficiente. Los productos no permanecen (o no deberían permanecer) en el almacén para siempre, ya que son un activo corriente que necesitas vender para generar rentabilidad. Es decir, tiene que haber una buena rotación de stock; de otro modo, estás malgastando tu almacén con un stock almacenado que nunca se vende y va perdiendo valor con el tiempo.

En este post te vamos a dar las claves para asegurar la rotación de las existencias, de manera que puedas empezar a obtener beneficios de la inversión que has realizado en stock para tu negocio.

GESTIÓN DE ALMACÉN

Qué es la rotación de stock en almacén

La rotación de stock nos indica el número de veces que es necesario abastecer el inventario con nuevas existencias. Si no se repone el inventario con nuevas existencias, no hay una buena gestión logística y se produciría lo que se conoce como una rotura de stock, es decir, no cuentas con los productos que te han comprado o te están demandando los clientes.

La rotación de las mercancías en un almacén se puede medir a través un indicador que se conoce como IR (Índice de Rotación), en el que se nos muestra el número de veces que se ha reabastecido el stock. Cuando existe un buen flujo de mercancías y se venden los productos, la empresa genera beneficios, pero si el stock permanece en almacén, eso supone un espacio que estás desaprovechando, además de un coste de mantenimiento y un coste de oportunidad.

Cómo se calcula la rotación de existencias en almacén

El cálculo de la rotación de existencias se puede realizar de forma muy sencilla. En primer lugar, se necesita elegir el período de tiempo para el que se va a calcular el índice de rotación de inventario, que muchas veces suele ser de un año, aunque también puede calcularse trimestral o mensualmente.

A continuación, hay que calcular el coste de todos los productos que se han vendido durante ese año. Por último, debemos dividir el coste total entre el promedio de inventario, es decir, la media de productos que se ha tenido en el almacén durante ese período de tiempo. Este dato es muy fácil de calcular, ya que sólo hay que sumar el inventario inicial y final de dicho período y dividirlo entre dos.

Según el dato que nos dé, dividimos los costes totales del inventario entre el inventario promedio y lo que se obtiene es el índice de rotación de inventario. Este dato nos aportará una visión detallada de la capacidad de nuestro negocio para rotar el inventario, y podremos ver que a lo largo de un período de tiempo, se han producido épocas de mayor o menor índice de rotación, ya que hay momentos del año en el que hay más ventas que en otros.

Para hacer estos cálculos, es muy importante que en tu empresa puedas contar con un software ERP especializado. Si te mueves en el sector del mueble, el descanso o el tapizado, puedes utilizar la solución SimGEST para planificación de los recursos de tu empresa y llevar la gestión de almacén de forma eficiente.

 

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